Hablamos de edadismo cuando se produce discriminación y se generan estereotipos o prejuicios por razones de edad.
Este comportamiento personal y social se materializa en creencias, valores y normas que afectan de forma negativa, sobre todo, a las personas de avanzada edad.
Contenido:
A quien afecta el edadismo, ¿sólo a mayores?
El edadismo afecta en mayor medida a personas mayores, siendo una discriminación contra las personas por su edad que se ve aumentada por características personales y sociales como la existencia de una discapacidad, la raza, el sexo o el nivel socioeconómico.
Y no solo las personas mayores son víctimas del edadismo. Los menores y jóvenes también se ven afectados por la discriminación por razones de edad. Un ejemplo de ello es negarles derechos o no tener en cuenta sus ideas por su baja edad, aunque en estos casos es más adecuado usar el término adultocentrismo.
Modos de edadismo
La discriminación generalizada hacia las personas de avanzada edad se ha transformado en una actitud frecuente. En una serie de creencias normalizadas en nuestras relaciones familiares, personales e incluso en la práctica profesional.
Así, podemos encontrar distintas formas de edadismo:
Edadismo Institucional
Se pone de manifiesto a través de leyes, normas y comportamientos institucionales que perjudican a las personas de avanzada edad.
Edadismo Interpersonal o autoinfligido
Cuando las personas utilizan estereotipos y prejuicios para orientar sus sentimientos y comportamientos hacia personas mayores e incluso hacia ellos mismos.
Consecuencia del edadismo para la salud
La discriminación por la edad, el edadismo, es el causante de desventajas e injusticias para las personas que lo sufren.
Los profesionales médicos deben ser conocedores de los efectos perjudiciales a los que da lugar la discriminación y el aislamiento social provocados por el edadismo.
El individuo discriminado por edadismo ve reducida su autonomía, sus relaciones sociales y, como consecuencia, sufre de mayor estrés cardiovascular y corre el riesgo de ver afectada su salud mental.
Por otro lado, cuando ponemos foco en los sistemas sanitarios, se hace evidente el uso de la edad como criterio para la administración y acceso a tratamientos médicos, algo que afecta directamente a la esperanza de vida del individuo.
Consecuencias de la discriminación por edad a nivel social e institucional
Los estereotipos fomentados por el edadismo, unidos al aislamiento social, aumentan el riesgo de violencia y abuso hacia las personas mayores.
Además, una regulación del mercado laboral que excluye a los mayores, unida a la existencia de políticas sociales o normas excluyentes, contribuyen a la pobreza e inseguridad económica del adulto mayor.
Cómo podemos luchar contra el edadismo
Tal como nos aconsejan Mercedes Hernández Gómez y la socióloga Elena del Barrio Truchado, debemos:
- No tratar a los mayores como un grupo homogéneo. Debemos ser conscientes de que los mayores representan un grupo heterogéneo al que no se puede tratar tomando como criterio estereotipos o prejuicios asociados a la edad.
- Cuestionar la ética asociada a los límites de edad establecidos para poder acceder a cuidados intensivos u otras formas de atención médica, ya que la edad es una variable poco valiosa para predecir las necesidades y el rendimiento de la persona adulta.
- Fomentar la autonomía personal del individuo, evitando las actitudes paternalistas que se adoptan con las personas mayores.
- Facilitar el uso de nuevas tecnologías entre los adultos mayores.
- Promover la movilización social y política necesaria para mejorar los datos e investigaciones que nos ayuden a entender el edadismo y la forma de reducirlo.
- Fomentar el contacto intergeneracional dentro la familia y el entono laboral
- Disociar el envejecimiento de la enfermedad, ya que existen datos que nos revelan que el 85% de la población mayor de 65 años goza de buena salud.
Envejecer es un proceso natural, por lo que no cabe duda de que el edadismo nos perjudica a todos y que se hace especialmente visible en entonornos sanitarios.
Esperamos que este artículo te ayuden a ti y a tu equipo a identificar y evitar comportamientos edadistas dentro de vuestro centro médico.